Viernes 03-03-23 Por los resultados y cómo se agrava este flagelo día a día parece que en las autoridades nacionales, provinciales, municipales, policiales, justicia e instituciones civiles no existe la real intención de combatir el narcotráfico
Es común cuando ocurre un hecho policial grave relacionado con la droga todos nos llenamos la boca hablando de ello y después, nos olvidamos y ya no será importante los adictos que se mueren y los narcotraficantes que se florean impávidos e impunes.
Muchos saben en los barrios y algunos vecinos conocen y señalan jugándose la vida y por ende la policía también, quiénes son, dónde están, pero nadie hace nada y ellos .siguen vendiendo muerte dosificada cada ves con mas impunidad que antes. Porque la droga genera grandes cantidades de dinero, y eso compra voluntades de todo tipo: políticas, judiciales y policiales
Es bien cierto que cada tanto es desmantelada alguna vivienda de algún tipo o tipa, ahora hay muchas mujeres en el negocio, que vende cogollos de marihuana, pero siempre son personajes de menor cuantía. Jamás los grandes narcos. Que todos saben quiénes son. Y, lo más importante, quién los protege.
Quien escribe estas líneas ha escrito muchas notas periodísticas sobre este preocupante tema que desde hace varios años a esta parte viene creciendo peligrosamente en La Banda y que nos obliga a preguntarnos : ¿Hay real intención de combatir el narcotráfico? Si es así, ¿Quién lo está intentando? ¿Cómo?.
Con tristeza y preocupación debemos decir que, a nadie le importa más que de la boca para afuera. Porque, si hubiera intenciones ciertas de terminar con el flagelo de los narcóticos, mucho se habría avanzado ya. , no se hubiera acabado con el negocio, porque es complejo, pero no estaríamos inundados de drogas.
Y que quede claro: acá no hay buenos y malos. Solo hay malos e ineptos. Unos son responsables por acción y otros por omisión. Así de simple. Así de duro.
Seguiremos de brazos cruzados siendo espectadores del derrumbe de la sociedad o nos animaremos a dejar el rol pasivo y asumir cada uno desde su lugar, la acción correspondiente para liberarnos de un triste destino.
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