Viernes 11-11-22 Para la justicia, el testimonio del testigo del supuesto «diálogo Nostradamus» del diputado de Juntos por el Cambio es un invento. Las razones
El jueves 10 de noviembre, la Cámara Federal estaba preparando un fallo para respaldar a la investigación de la jueza federal María Eugenia Capuchetti que investiga lo sucedido el 1 de septiembre pasado en Recoleta. La justicia tiene acreditado que el intento de asesinar a Cristina Kirchner fue real y que hubo dos protagonistas: Fernando Sabag Montiel y su cómplice e instigadora, Brenda Uliarte, alias Ámbar.
En las últimas horas, Cristina compró el «pescado podrido» que la prensa militante, a su vez, compró de José Manuel Ubeira, el nostradamus abogado querellante de Cristina Kirchner que anticipó el ataque en C5N el domingo anterior con ex funcionarios kirchneristas que aplaudían la ocurrencia.
Según Ubeira, Gerardo Milman, ex secretario de Seguridad de Patricia Bullrich, sabía 48 horas antes del ataque lo que iba a suceder y, por eso, se trasladaría a la costa argentina. Su asesora Carolina Gómez Mónaco, lo escuchaba atentamente en el Bar Casablanca frente al Congreso. Allí habían llegado a las 15:23 de esa tarde y se quedaron hasta las 16:28. En una mesa lindera, escuchaba la conversación Jorge Abello, asesor del diputado ultra K, Marcos Cleri, un Tailhade versión santafecina.
Abello tardó 23 días en presentar una prueba a la justicia. Su cuñado, Rende, declaró en la justicia, vía zoom, que la conversación que Abello había escuchado nunca existió. Que buscaron la imagen de Milman por internet y que hicieron comentarios sobre la belleza de las asesoras de Milman.
La Policía Federal tardó más de lo debido en entregar las imágenes correspondientes. Capuchetti tomó la denuncia pero, lejos del ruido mediático, tomó declaraciones testimoniales a todos los mencionados excepto Milman que se presentó espontáneamente. No les secuestró los celulares a las asesoras pues el testimonio de Abello se cayó por inconsistencias de todo tipo. Días atrás anticipé en Radio Rivadavia que se lo estaba investigando por falso testimonio en el juzgado de Julián Ercolini, pero Cristina, a sabiendas, compró la mentira.
Fte: Periodismo y Punto
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